En el día previo a la navidad y posterior al día de la salud, mi gran compañero de copas y yo tuvimos una experiencia a la altura de las circustancias. Por supuesto dichas circustancias eran las de juntarnos para beber una botella a nuestra salud.
AALTO 2006. Pues casi queda todo dicho. Impecable botella, impecable factura de Bodegas Aalto (por cierto, se cuenta que el nombre es un homenaje al arquitecto Alvar Aalto, pero también que tenían la vista puesta en salir en los primeros puestos de los listados alfabéticos, pero al registrarse como Bodegas....) . El vino es un ribera de patrón, de patrón de los últimos años, según ese estilo internacional que se ha impuesto para que cualquier vino sea lo suficiente cosmopolita como para pegarse en cualquier mercado (anglosajón). Pero qué importa. Estaba tremendo. Fue tan bueno el momento que hasta tuvimos una tercera invitada durante un rato, bebió una copa y pronunció palabras tipo “rasca un poco” y a punto estuvo de pedir cocacola…ésto por supuesto nos vino al pelo para reafirmar nuestra ego-posición de verdaderos usufrutctuarios de la botella., jeje.
Tan bueno me supo, que se me hizo corta la botella. Ésta fue un regalo, por el cual estoy tremendamente agradecido a la persona que pensó en mi. Siempre permanezco ilusionado a la espera de los regalos navideños…felices días. Salud