viernes, 27 de mayo de 2011

APRENDER A CATAR I

Decía Jose Luis Sampedro en este video, que estaría bien que nos dejásemos de ciertos desarrollos, y valorásemos el desarrollo de la personalidad, el desarrollo hacia dentro de cada uno. 
Quítome el sombrero.
Creo, que tal y como expone Garbancita en este post suyo , el mundo del vino ha desarrollado una personalidad hacia fuera. Impostada y pedante. Refractaria. Ajena al común de los mortales, que tal como pide Garbancita y reza el lema de este blog, lo que queremos es disfrutar.
En estas estaba yo pensando, cuando tuve hace no mucho la tremenda suerte de conocer a un personaje fantástico con la excusa de un mini curso de cata: Dani Roset. En el enlace hay suficientes argumentos para apuntalar sus blasones. Y como el tema va de ingesta, un aperitivo con el que abrió el curso: "Comer y beber lo tenemos que hacer todos los días; pues vamos a intentar disfrutar". No voy a transcribir el contenido del mismo, que para eso él es el que imparte, sabe y sabe transmitir. Sólo quiero compartir el espiritu de su mensaje. Esto es, que catar vino, y por catar entiéndase valorar las características "técnicas" del líquido en cuestión, es exactamente igual que catar cualquier otra cosa que nos llevemos a la boca con que nos alimentemos. Nosotros somos los mismos, nuestros sentidos son los mismos, los sabores son los mismos. Y como detalle, esta perla: sabores hay cuatro, no? dulce, salado, amargo y ácido (el umami lo dejamos para otro día). Traguito de vino. ¿Algún sabor me llama la atención? ¿Algo en exceso? ¿Más acidez? ¿Más dulzor? ¿Puntito amargo? Si todo esta por igual, vino equilibrado.
Fácil, sencillo y para toda la familia. Alma de cántaro, qué haces hablando de sotobosques, goma arábiga y esencias del Cairo, si no has pensado en dulce/salado/amargo/acido! Lo que decía Sampedro: más nosotros mismos y menos de cara a la galería.
En el curso, hubo una segunda parte espectacular: la armonia, atentos a sus pantallas. Gracias Dani. Salud.

sábado, 21 de mayo de 2011

REFLEXIONA!

El calendario marca jornada de reflexión. Y tal vez lo sea, aunque por motivos diferentes a los que la legalidad señala. 

Resulta que estamos reflexionando de verdad y a lo grande, no sobre un programa político concreto, no sobre lo que nos dicen que tenemos que reflexionar, sino sobre lo que está pasando en nuestro día a día, que todo sumadito va haciendo nuestra vida. 
En este contexto de largas horas en las calles y plazas, en bares y terrazas, siempre llega un momento de condumio y quiero revindicar una pieza casi de museo para incorporarla al equipaje del perfecto #acampado: LA BOTA.

Ayer oía clamar por el "I Have a Dream". Necesitamos soñar un poco, desinhibirnos, y sin llegar al empleo de las pastillacas, qué mejor uso para ese ingrediente indispensable del vino, el alcohol, que estimular nuestros anhelos de mejora. Estoy convencido de que un poco de vino (en su justa medida) ayudará a canalizar la indignación de manera eficiente. 

Pero claro, un #acampado necesita movilidad, a la vez que estar inmóvil, necesita compartir y confraternizar, necesita generar los menos residuos posibles, necesita ser ligero, compacto, necesita ser un nómada moderno. Hoy no podemos pensar en botellas y copas, hoy importa más el continente que el contenido, porque en nuestras formas están nuestros fondos: frente a la rigidez, la espontaneidad, frente a la disciplina de partido, la opinión individual, frente a la mesa y el mantel, el beber en grupo, en la calle, pasando de mano en mano ese instrumento con algo de teta materna, cálido, blandito y que nutre nuestros sueños. 
Si vas a las concentraciones estos días, lleva una bota, el grupo te lo agradecerá. Salud

"actualización": tras un comentario muy acertado, añado que además la bota tiene una dignidad ancestral muy lejana del cachi de plástico y la litrona. Nómadas pero con estilo ;)

domingo, 15 de mayo de 2011

TE LO HAS GANADO

A veces una pequeña disculpa es necesaria para tirar de sacacorchos y abrir una botella especial. Especial por lo que sea. Mi disculpa de hoy es que llevo dos semanas intensas. Así nos dejamos de chorradas y este vino va directo a la categoría  L'oreal  ("because you worth it"). 
Y porqué es especial esta botella? Bien, todo regalo es especial, y este vino lo es. VENTA MAZARRÓN 2007. Mis amigos invisibles han cogido la buenísima costumbre de regalarme vino, y como sé que ponen la mejor de las intenciones, presupongo que la botella encierra algo bueno.
Cuando uno llega con la cabeza un poco pasada de vueltas, apetece que todo sea fácil... Pues toma etiqueta críptica a la par que atrayente...¿será una representación del ciclo solar en honor de las Bodegas del Cenit que lo elaboran? No lo sé, pero me gusta. Hoy no estoy de escudos y castillos...una etiqueta como de imprenta clandestina, de panfleto ilegal, de alguna pasión fuerte y oscura...para un vino franco y potente. Como la tierra de la que viene, Zamora, dónde no es posible el artificio, porque el clima es radical. O blanco o negro, o cielo o tierra. Aquí el barroco lo tiene jodido ante el románico. Hasta la foto me ha quedado "esencial".
Esto está bueno de cojones. Salud.